top of page

Una crisis para reflexionar

El Coronavirus COVID-19 ha entrado en nuestras vidas como un tsunami. Arrasando con todo, con los planes de cada uno de nosotros, con nuestros planteamientos, con nuestra forma de entendernos y de entender a los demás. Y, en este sentido, yo siempre he pensado que las cosas pasan por algo. Hay un motivo, a veces, oculto, otras, bastante evidente, para que se de una situación u otra. Lo que está claro es que esta no se ha sabido gestionar, y ha puesto en evidencia la falta de coraje de algunos, su incapacidad para hacer frente a lo que venía, para reaccionar a tiempo y llevar a cabo medidas de manera mucho más efectiva y seria. La sensación de la gran mayoría de la población es que estamos en manos de cobardes, de personas que no tienen ni idea de cómo frenar el caos y, lo que es peor, que con su actitud, encima, lo están potenciando.

No se debió permitir, bajo ningún concepto, la manifestación del 8-M, y las consecuencias se han hecho evidentes a pasos agigantados. ¿Por qué no se impidió? Por miedo... Ese maldito miedo que nos bloquea a todos, en muchas ocasiones pero que, en este caso, ha tenido una repercusión de gran calado. Entiendo que no es fácil gestionar estas situaciones, y que no es fácil estar en la piel de los que gobiernan, pero, coño, es que no se ha actuado con coherencia, que es lo mínimo que se puede pedir a los que nos dirigen.

No soy de meterme en política, entre otras cosas, porque no hay un partido que represente mis ideas al cien por cien, y hay ideas de unos que me gustan, y de otros, y de otros. Y trato de abrir mi mente a todas ellas, porque no hay nada peor que ser radical y obedecer a algo o a alguien a pies juntillas.

En este caso, el gobierno de España ha actuado tarde, y con muchas dudas. Eso no debería haber sido así, aunque, insisto, comprendo que no resulta sencillo abordar este tipo de situaciones. Que un ministro, infectado, se presente en el Consejo con sus "compis", no me parece ni medio normal. Y... ¿Me quiere decir alguien para qué sirvió esa reunión?

Lo de que nos quedemos en casa, está muy bien. Es lo lógico. Es lo que cualquier persona, con un mínimo de neuronas, debe cumplir, para frenar esta pandemia. Pero también se debe pensar en las repercusiones sociales y económicas de ese aislamiento.

Junto a las medidas sanitarias y de precaución, se debían haber llevado a cabo otras sociales, absolutamente necesarias. Porque, claro, los políticos, los empleados públicos, van a seguir cobrando sus salarios sin problema. Pero ¿qué pasa con los autónomos? Con los que no cobramos si no trabajamos? Díganles ustedes que se queden en sus casas sin hacer nada, sin producir, sin cobrar y, por tanto, sin poder mantener sus hogares.

Es fundamental que se anulen las cuotas de los autónomos durante el tiempo que dure esta situación de confinamiento; que se faciliten ayudas a las familias; que se anulen las hipotecas, la luz, el gas... Que esos bancos que se rescataron, y que no han devuelto ni un euro de lo que se invirtió para evitar su caída, hagan algo al respecto, sin repercusiones.

En mi opinión, todo esto debería haber ido aparejado a esas medidas de contención, porque, al final, siempre pagan los mismos. Somos los mismos los que sacrificamos tiempo, dinero, vida, ilusiones...Porque nadie nos regala nada, porque tenemos que seguir luchando cada día, porque encima no contamos con el apoyo de aquellos en los que hemos confiado... en un momento u otro. Ya vale, no? Que nos den respuestas, soluciones, esperanzas...

Somos solidarios, sí, pero lo curioso es que encima, los que menos tenemos, demostramos serlo más que el resto.

Luego hay gente egoísta, que expone a los demás, que piensa: si caigo yo, que caiga el resto... Eso ha debido de pensar algún político, actuando sin ninguna precaución. Pero en su caso, tiene asegurado el sueldo.

Reconozco que me estoy calentando, me pasa siempre. Cuando veo alguna injusticia, salta la Juana de Arco que habita en mí. Y sé que no sirve de nada. Y de igual manera, me ha parecido vergonzoso el enfrentamiento entre políticos... Esto consiste en ver quién la tiene más grande, o quién grita más, por lo que se ve. Pues no, señores y señoras, esto consiste en estar todos a una, en luchar juntos para contrarrestar esta enfermedad, y no en criticar sin más, sin ofrecer otras alternativas. Que es que dan asco, y vergüenza ajena.

Ah, y entre todo este caos de informaciones, muchas sin contrastar, de grupos de whatsapp -que tengo que decir que estoy hasta las mismas narices, por decirlo finamente-, resulta que el rey Felipe VI renuncia a la herencia de su padre y le quita la asignación anual. No sé si alguien ha tenido los bemoles de decirlo, pero eso es una estupidez, porque uno no puede renunciar a la herencia hasta que no fallezca el interfecto, que yo sepa, al menos. Y, aunque fuera así, lo que tendría que hacer es anular la inmunidad al rey emérito, para que pueda ser juzgado e ir a la cárcel. Y que conste que yo le he defendido, porque he pensado que teníamos una deuda con él, pero esto ya ha pasado de castaño oscuro. Decepción absoluta y, de nuevo, un profundo asco. Lo siento, pero no encuentro otra palabra para describirlo. Porque, puedo entender que alguien, para dar de comer a su familia, cometa un delito, pero una persona que lo tiene todo, que tenía una imagen, una responsabilidad...que tenga paraísos fiscales y dé dinero a sus amantes, a ser posible, blanqueando el mismo... En fin, para qué hablar más.

No quiero terminar enfadada. Porque no es mi naturaleza. Pienso que una sonrisa puede cambiar el mundo, y ahora, más que nunca, se necesita sonreir. Hay muchas personas que están arriesgando sus vidas y las de sus familias por ayudar, no solo los sanitarios, sino el personal de limpieza, los trabajadores de supermercados, periodistas -de los que no se suelen acordar-, teleoperadoras, trabajadores a los que obligan a acudir a sus puestos de trabajo... Gracias a todos ellos. Y a los que, a pesar de ser los perjudicados, cumplen con la normativa y se quedan en sus casas, aunque eso signifique pasarlas "putas" -soy castellana y llamo a las cosas por su nombre- si son autónomos, porque aun nadie ha dicho que se anula el pago de las cuotas durante este tiempo de cuarentena.

Mucho ánimo a todos, sobre todo a los que están solos o no pueden estar con la gente a la que quieren, mucha paciencia y, a los que corresponde, cordura y acción. Piensen en todo y en todos, por favor. Nos lo merecemos.

bottom of page