Una pasión que sigue creciendo
- ines069
- 30 oct 2018
- 4 Min. de lectura
Ya os hablé, en mi primera entrada de este blog, del rugby touch, una modalidad de rugby sin contacto. No es que vaya a hacer un monográfico de este gran deporte, pero quería contaros mi experiencia en los dos únicos torneos que hemos jugado hasta la fecha, porque igual así os tiento a alguno y os animáis a engancharos a esto de "tocar". Os aseguro que no os íbais a arrepentir...
Voy a empezar por el último, el Campeonato de España de selecciones que se disputó el 29 de septiembre en Sitges y que fue, para el equipo de El Salvador al que pertenezco, todo un reto. Un reto porque, por una parte, nunca habíamos jugado en equipo, como tal, completo -fuimos 16 personas-, y llegábamos muy verdes a la cita. Y por otro lado, porque éramos conscientes del nivel de los rivales: Cataluña, Valencia y Madrid. Teníamos claro que ganar, lo que se dice ganar, no íbamos a hacerlo, al menos en lo que se refiere a la competición. Ya en el tercer tiempo, creo que estuvimos a un gran nivel y dimos el do de pecho...
Bromas aparte, jugar este torneo supuso una magnífica experiencia para todos, ya que aprendimos mucho de gente que sabe de qué va esto y que, además, nos ayudó, animó y contribuyó a formar un gran ambiente de compañerismo que es difícil de explicar. Como también es complicado detallar lo que pasaba por nuestras cabezas durante los partidos: era una mezcla de ilusión, miedo -o mucho respeto, llámese como se quiera-, ganas de hacerlo bien, de no decepcionar a nadie, de querer dar el máximo aun asumiendo nuestras limitaciones...Yo, de hecho, sentí rabia, porque no llegué como me hubiera gustado. La noche anterior no pegué ojo porque tuve una infección y unos dolores horrorosos y me tocó jugar con fiebre y con una temblequera... Afortunadamente, el ibuprofeno hizo su efecto y pude solventar más o menos esa situación adversa que, evidentemente, aunque hubiera estado en plenas condiciones, no habría cambiado nada en absoluto, pero mi autoexigencia me generó esa frustración (Reconozco que soy para que me den de comer aparte, y nunca mejor dicho, que con mis alergias alimentarias también voy causando algún que otro transtorno).
A lo que estamos, que jugar con los mejores nos sirvió para crecer, para ver nuevas jugadas, comprobar en qué fallábamos más, qué había que mejorar para próximos compromisos...Me quedo con que metimos dos ensayos en partidos diferentes...y no os imagináis el subidón que aportaron esos dos logros para todos, sin excepción. El tercer tiempo fue fantástico, con gente a la que aprecias, y con nuevos descubrimientos, como el equipo francés de Poo y los compañeros del resto de equipos, que hicimos piña y nos entregamos a bailar todo lo que ponían. Y qué decir de Sitges...Un sitio maravilloso con gente fantástica. Lástima que no hubiera durado dos días más el torneo. Aun así, nos dio tiempo hasta de darnos un bañito en el mar (los que lo tenéis cerquita, pensaréis que es una bobada, pero para los de la meseta castellana, que solo podemos ver tanta agua en vacaciones, y a veces ni eso, lo de darnos un baño en el mar es un placer absoluto). Así que gracias. Gracias a todos los que hicieron posible esta gran experiencia. Al club de Sitges, a las selecciones que jugaron, a los árbitros -mención especial para ellos, especialmente a Pablo, porque nos enseñaron mucho y tuvieron una infinita paciencia con los novatos-, a mis compañeros, a nuestro mánager, Toño, y a nuestro entrenador, Miguel, porque son dos cracks en todos los sentidos. Siempre voy a recordar este campeonato...
Meses antes, concretamente, el 9 de junio, el club madrileño Capital Touch organizó la primera edición de su torneo, al que fuimos siete jugadores de El Salvador. Era nuestra primera vez fuera de casa -como los niños- y he de reconocer que disfruté como tal, osea, como una enana. En primer lugar, porque Carlos, Bea, Javi y el resto del club se lo "curró" muy mucho y nos hicieron sentir como si estuviéramos en familia y, en segundo lugar, porque como la mayoría de los equipos estábamos muy justos de gente, nos mezclamos para jugar unos y otros, lo que dio otra dimensión al torneo. No recuerdo si jugué siete u ocho partidos, pero si hubieran sido quince, tampoco me habría importado. Allí no me hicieron falta ibuprofenos, porque la adrenalina de jugar, de aprender, de estar con unos compañeros tan geniales, competir con otras camisetas defendiendo sus colores como si fueran los nuestros...Los jugadores de Fuencarral -Rodri, Alejandro...-, de Laguna Touch -Yau, Efrén...-los franceses del SBM Touch -unas máquinas-, de todos aprendimos una barbaridad y disfrutamos...cómo disfrutamos. Ni qué decir tiene lo bien que lo pasamos en el tercer tiempo, porque fue algo increíble. No tengo más que palabras de agradecimiento hacia Capital Touch y confío en que podamos estar en todos los que organicen, al igual que espero que, gracias a la cercanía que existe con Madrid, podamos llevar a cabo muchas acciones con los equipos que se están formando en la capital de España, tanto allí como en Valladolid, que organizando eventos somos unos hachas eh? Será la mejor forma de que este deporte siga avanzando y adquiera la repercusión que se merece.
No quería despedir este nueva entrada sin deciros que el deporte es la mejor terapia para combatir los malos momentos, una herramienta imprescindible en la educación de pequeños y, desde luego, de mayores, porque el aprendizaje no cesa nunca. Y si se trata de un deporte de equipo, mucho mejor, porque eso te permite conocer a mucha gente maravillosa que comparte tu misma pasión y que quiere crecer contigo. Lo dejo, porque me pongo moñas, fijo, y luego me echan la bronca. Pero claro, una tiene ya una edad en la que se valora especialmente poder contar con personas que se convierten en algo más que unos compañeros de equipo...Es lo que lo hace realmente especial...
Por muchos torneos más, por muchas experiencias más y por seguir creando una sección que vaya hacia arriba y que aspire a nuevos retos. Nos vemos en cinco!!
La próxima vez, os quiero contar lo que es el rugby inclusivo, y lo que supone participar en él, porque es tal el enriquecimiento personal que merece un tratamiento aparte.
Hasta pronto. Os dejo unas fotos de los torneos para poner caras...de felicidad total, como podréis ver.
Comments